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Huevos fritos con patatas


Buenos días a todos, creo que es necesario comenzar este blog con algo muy básico y que nos puede sacar de apuros. Creo, que saber hacer unos huevos con patatas fritas es el comienzo de algo, algo muy importante para quien nunca ha entrado en una cocina, salvo para hacerse un bocata y abrir la nevera para acompañarlo de un refresco o una cervecita. Esto creo que lo sabemos hacer todos y todas.


Se debe utilizar una sartén no muy grande. Digo no muy grande, pues el huevo debe nadar un poco en el aceite caliente o sea que la sartén debe contener al menos un dedo de aceite, y por lo tanto cuanto mayor sea la superficie de la sartén mayor será la cantidad de aceite que debemos gastar.
Para las patatas es mejor que haya mayor cantidad de aceite que para los huevos. Es muy práctico poner el aceite para las patatas y el sobrante de freírlas, utilizarlo para los huevos.
También es necesario una espátula de madera para no rayar el recipiente, y para remover las patatas, y un cuchillo mediano para pelar y cortarlas.

Ingredientes:

Huevos
Conviene que estén a temperatura ambiente para que no salpiquen mucho al echarlos en la sartén. Para ello sacarlos antes del frigorífico. Los huevos cuanto más grandes sean, mayor será la acuosidad de los mismos, por ello se recomiendan que sean medianos, aunque si son auténticos de pueblo, los grandes son perfectos.

Aceite
Si puede ser de oliva mejor, ya dijimos en la página de los utensilios de cocina, que la calidad tanto de los utensilios a emplear como de la materia prima, cuanto mejor sea ésta, mejor será el sabor y el resultado de la presentación.

Patatas
Existen una gran variedad de patatas en los supermercados, la roja, la de freír, la de cocer etc. Pero para nosotros creo que cualquier variedad nos va de perlas. No os compliquéis la vida. Con el paso del tiempo ya se podrá decidir cual nos gusta más.

Sal
Si es fina mejor y si es sal yodada o sal marina mejor que mejor.

Preparación para una persona:


Primero habrá que hacer las patatas fritas, pues los huevos en un minuto están hechos y listos para comerse, sin que dé tiempo a las patatas a enfriarse.
Se pelan dos patatas medianas o una grande, se cortan en varias lonchas y las lonchas en tiras, y las patatas ya tiene su forma clásica.

Se pone un par de dedos de aceite a calentar en la sartén y cuando este muy caliente se añaden las patatas y se remueven cada medio minuto aproximadamente. Para probar se puede echar una patata o una miga de pan para comprobar que comienza freírse.

Hay que prestar atención en dos cosas importantes. Removerlas constantemente para que cambien de posición y se frían por todos los lados igual, y no añadir sal pues la sal reblandecen ñas patatas y no quedan al dente. La sal irá al final cuando se saquen de la sartén.

Bueno cuando empiecen a tomar un color dorado se prueba alguna patata, escogiendo la más gorda, para comprobar que si la de mayor volumen está hecha las más pequeñas ya lo estarán.
Cuando comprobemos que están en su punto se retiran con la espátula de la sartén y se recogen en un bol o en un plato muy grande para poder removerlas, y en caliente se les añade la sal con un salero para repartirla mejor.

 

Aprovechando el aceite de las patatas se pone a calentar éste, aunque ya estará caliente de las patatas fritas, y cuando este a la temperatura deseada se golpea la cáscara de los huevos y se vierten sobre el aceite con mucho cuidado de no romper la yema.
Hay dos maneras de hacer los huevos, con puntilla y sin ella, o sea blanquitos. Esta última forma la recomiendo para los cocineros más novatos, pues se echan con el aceite más frío y evitamos así las salpicaduras.

Bueno la puntilla sale en el borde de la clara de los huevos cuando se echan a la sartén con el aceite muy caliente y con la espumadera se rocía la yema y la clara por encima para que se hagan rápidamente y no se quemen por debajo.


Lo mejor para aprender es hacerlos blanquitos o sea sin puntilla. Se pone el aceite y cuando comience a calentarse sin que lo esté mucho, se añade el huevo, viendo que apenas se fríe pues el aceite se va calentando acompasado con el huevo.

De esta forma vamos viendo como poco a poco según se calienta el aceite, el huevo se va cuajando sin despacito y quedando la clara muy blanquita, a la vez que con la espumadera hacemos unas olitas con el aceite para que pasen por encima de la yema para que se cuaje a la vez que la clara, pues la yema tarda más al ser más voluminosa.
Y ya estás los huevos hechos.


Cogemos un plato grande y bonito y presentamos las patatas y los huevos calentitos y los podemos adornar con un poco de lechuga y tomate, con unas rodajas de queso, con tomate frito etc. Es muy importante la presentación, pues no cuesta trabajo y nos lleva el mismo tiempo limpiar un plato grande que uno pequeño. No seamos cutres y comamos los maravillosos huevos bien presentados y acompañados con un magnífico vaso o copa de cerveza o vino.

Que aproveche a todos.